BBC’s low cost: Organiza tu propia boda low cost (II)

Como lo prometido es deuda, aquí tenéis la primera entrega de los consejos para organizar vuestra propia boda lowcostera:

1º CONSEJO: No os caséis

Piensalo bien. ¿Por qué te casas? ¿De verdad es necesario? ¿Lo haces por «legalizar» vuestra situación de pareja, por presiones familiares, por sentirse realizad@ como ser humano o porque tienes la cabeza llena de pájaros? Te propongo que antes de dar el paso, le eches un vistazo a estas 10 razones para no casarte (que, en caso de que tu parte contratante se dedique al diseño gráfico, son 50 razones más para no casarte con él/ella). Además, es muy recomendable que te leas la lista mientras escuchas esta canción de Astrud:

¿Todavía te quedan ganas de contraer matrimonio? Entonces es que has superado la prueba. Puedes seguir leyendo

2º CONSEJO: Lista de invitados + Tijera

Este es un consejo estrechamente relacionado con el del restaurante, que es el mayor gasto de todos, y es también algo que la gente está poniendo en práctica de forma masiva. Hoy en día, la gente está invitando a aproximadamente la mitad de invitados que hace un lustro, cuando invitar a diestro y siniestro era una práctica habitual llevada a cabo por gente que pretendía pagarse los gastos de la boda a base de sobres. Hoy en día esa fase parece estar superada: entre que parte de los invitados (según Faro de Vigo, un 35%) declinan ir por motivos puramente económicos y que los que van, ahora te dan el sobre menos cargado… Por otra parte, veo lógico que la gente invite sólo a los realmente allegados. ¿De verdad que los novios conocen a todos sus invitados cuando son 200-300 personas?

Cuando digo «reducir al máximo la lista de invitados» me refiero a invitar sólo a la gente estrictamente necesaria, es decir, familiares cercanos y amigos íntimos. Si lleváis esta norma a rajatabla, veo casi imposible que os salgan más de 30 invitados. Evita que gente allegada -por lo general, familiares- intente influir en tu lista de invitados. ¿El que te casas eres tú, no? Pues tú y tu pareja decidís quien viene y quien no.

3º CONSEJO: Juzgado 1 – Iglesia 0

A pesar de que se ha incrementado el número de bodas civiles -según una noticia en Faro de Vigo, actualmente el 40% de los enlaces se celebra por el juzgado- todavía pesa mucho la tradición. Y digo la tradición y no la religión, puesto que si le echamos un vistazo al barómetro del CIS de enero de 2011, descubrimos que, aunque 3/4 partes de la población se declara católica, el 60% de los creyentes afirma no ir nunca o casi nunca a misa.

Si no eres ni creyente ni practicante es absurdo -y me atrevería a añadir que es hipócrita- que te cases por la Iglesia. Y, para más inri, más caro. Ahora me saltará alguien con que «en la iglesia quedan las fotos más bonitas». Sí, y lo bonito SE PAGA. Los párrocos bien lo saben, sobre todo los de iglesias especialmente demandadas por su belleza o ubicación. Se supone que la imposición de los sacramentos -recordemos que el matrimonio es uno de ellos, el séptimo- debe darse se forma desinteresada por parte de la Iglesia y del párroco. Sin embargo, todos conocemos casos de donativos forzosos de tres cifras para poder casarte en determinado templo, hasta de tener que pagar por los cursillos prematrimoniales, y ya no hablemos de la obligatoriedad de tener que contratar a «X» fotógrafo o a «Y» florista… Tenedlo en cuenta.

Continuará…

FUENTES

Para elaborar esta serie de artículos, he empleado las siguientes fuentes:

Fotos: TempusVolat, elfidomx en Flickr

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